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Parábola de la invitación a las bodas (Mateo 22:1-14

Jesús volvió a hablarles en parábola, y les dijo«El reino de los cielos es como un rey que preparó un banquete de bodas para su hijo. 

Los discípulos de un rabino, famoso por su erudición y finura, preguntaron el por qué  acostumbraba a esclarecer la verdad contando una historia. – Esto se los puedo explicar contando una parábola sobre la propia Parábola. «Un día, la Verdad andaba visitando a los hombres, sin ropas y sin adornos, tan desnuda como su nombre. Y todos los que la veían le daban la espalda, de miedo o de vergüenza, y ninguno le daba la bienvenida. Así, la Verdad recorría los confines de la Tierra, rechazada y despechada. una tarde, muy desconsolada y triste, la verdad se encontró a la Parábola que paseaba con un traje bello y colorido – Verdad…, ¿por qué estás tan abatida?  – preguntó la Parábola. – Porque soy tan vieja y fea que los hombres me evitan – replicó la Verdad. – Qué disparate – se rió la Parábola. No es por eso que los hombres te evitan. Toma, vístete con una de mis ropas y verás lo que acontece. Entonces, la Verdad se puso uno de los lindos vestidos de la Parábola y, de repente, por todas partes donde pasaba, era bienvenida.» El rabino rabino sonrió y concluyó: – Pues la verdad es que a los hombres no les gusta encarar a la Verdad desnuda. Ellos la prefieren disfrazada.

Por eso Jesús cada vez que quería ensenar alguna verdad acerca de la persona de Dios y de El mismo a la gente de su tiempo tenía que usar las parábolas porque no podía decirles la verdad de manera directa. Hay gente que no le gusta que le digan la verdad 1) porque creen que la tienen 2) no les interesa conocerla, o no quieren cambiar… No están preparados para recibirla aun, la verdad puede contradecir tus convicciones y si te sientes amenazado por la verdad puedes reaccionar negativamente hacia ella como lo hicieron los judíos en el tiempo de Jesús.

En estos tiempos donde la mentira, el engaño y la oscuridad reinan, es necesario conocer la Verdad. No hay nada peor para una persona descubrir luego que esa persona, ese movimiento, esa religión, o esa idea, a quien le entregue mi tiempo, mis esperanzas y aun dinero era una falsedad.

Jesús volvió a hablarles en parábola, y les dijo«El reino de los cielos es como un rey que preparó un banquete de bodas para su hijo. 

Precisamente hoy quiero compartir con ustedes una parábola de Jesús que han titulado en algunas Biblias “La invitación de Jesús a las bodas” y es una historia que me ha tenido cautivado por las profundas verdades que tiene acerca de Dios, nos presenta una gran invitación que te tiene que interesar tanto a ti como a mí, ya que el aceptarla o no tiene consecuencias no solo en esta vida sino también en la eternidad… Cada vez que Jesús dice en una parábola que el reino de los cielos es comodebemos prestarle atención porque dice verdades acerca de la persona de Dios, de Su reino, de su plan para la humanidad…En estos tiempos de tanto engaño y oscuridad es muy necesario prestar atención a las palabras de Jesús.

Fue dicha por Jesús 3 días antes de su crucifixión, es decir, es uno de sus últimos discursos públicos. Por lo general, cuando alguien sabe que le queda poco tiempo de vida, tiende a enfatizar lo que considera más importante. ¡Aunque todo lo dicho por Jesus fue muy importante, esta es una parábola TOP!

Les invito a estudiar juntos esta parábola, se encuentra en Mateo 22: 1-14

22 Jesús volvió a hablarles en parábolas, y les dijo: «El reino de los cielos es como un rey que preparó un banquete de bodas para su hijo. Mandó a sus siervos que llamaran a los invitados, pero estos se negaron a asistir al banquete. Luego mandó a otros siervos y les ordenó: “Digan a los invitados que ya he preparado mi comida: Ya han matado mis bueyes y mis reses cebadas, y todo está listo. Vengan al banquete de bodas”. Pero ellos no hicieron caso y se fueron: uno a su campo, otro a su negocio. Los demás agarraron a los siervos, los maltrataron y los mataron. El rey se enfureció. Mandó su ejército a destruir a los asesinos y a incendiar su ciudad. Luego dijo a sus siervos: “El banquete de bodas está preparado, pero los que invité no merecían venir. Vayan al cruce de los caminos e inviten al banquete a todos los que encuentren”. 10 Así que los siervos salieron a los caminos y reunieron a todos los que pudieron encontrar, buenos y malos, y se llenó de invitados el salón de bodas.

EL REY Y SU REINO

En aquellos tiempos como hoy, la invitación a un gran evento como un matrimonio se hacía con mucha anticipación con el fin de que apartaran ese día especial y vinieran a la celebración.

Podemos ver aquí es que este Rey tiene un hijo, tiene siervos, tiene riquezas y recursos para preparar la boda y tener muchos invitados. También es un rey que le gusta compartir su alegría. Así es Dios: Tiene un reino, tiene dominio, tiene autoridad, tiene muchas riquezas, tiene siervos (sus ángeles, sus profetas, sus mensajeros, tiene familia, tiene un ejército poderoo; también nos dice que le gusta compartir sus momentos especiales, es un Dios sociable, alegre, accesible, y muy generoso.

Aunque tiene todas estas cualidades también es un Rey a quien muchos menosprecian sin aparente razon. 

LOS INVITADOS MENOSPRECIAN LA INVITACION DEL REY

Como podemos ver sus invitados se negaron a asistir al banquete.

Mandó a sus siervos que llamaran a los invitados, pero estos se negaron a asistir al banquete.

Pero el Rey insistió en su invitación:

 Luego mandó a otros siervos y les ordenó: “Digan a los invitados que ya he preparado mi comida: Ya han matado mis bueyes y mis reses cebadas, y todo está listo. Vengan al banquete de bodas”. Pero ellos no hicieron caso y se fueron: uno a su campo, otro a su negocio. Los demás agarraron a los siervos, los maltrataron y los mataron.

La verdad a la que Jesús se está refiriendo al pueblo de Israel quien fue escogido por Dios para ser parte de Su reino y aunque le conocían como Rey, de manera reiterada a través de la historia han rechazado la invitación de Dios de ser parte de Su Reino, pero estos se rebelaron contra El.

Aunque insistió en su invitación por medio de sus mensajeros estos de manera reiterada la rechazaron.  ¡Que menosprecio tan grande hacia un Rey! ¿Me pregunto por qué motivo rechazaron la invitación del Rey? ¿Qué verdad nos ha querido ilustrar Jesús aquí?

En los tiempos de Jesús, el Rey era la persona central del país, no el pueblo. Al Rey se le debía honrar, rendir tributo, en sus manos estaba la vida de una persona. Su palabra era la ley y debía ejecutarse. Hablar mal del rey o contradecirlo implicaba la muerte.

EL REY CASTIGA JUSTAMENTE  EL MENOSPRECIO HACIA SU PERSONA

Otra gran verdad que Jesús ensena aquí es que la paciencia del Rey hacia su menosprecio tiene un límite:

El rey se enfureció. Mandó su ejército a destruir a los asesinos y a incendiar su ciudad.

nos ensena la gran verdad de que Dios castiga la maldad y que su paciencia tiene un límite contra los que le menosprecian.

UNA PARABOLA PROFETICA

De hecho, en cierto sentido esta es también una parábola profética advirtiendo del castigo que sufriría el pueblo judío por rebelarse contra Dios. En el año 70 de nuestra era el ejército Romano dirigido por Tito destruyo tanto la ciudad de Jerusalén como el Templo.  Evidencia histórica: Al visitar la ciudad de Roma podrá visitar en la antigua ciudad el Arco de Tito  y dentro del Coliseo Romano hay una exposición que dice que con los tesoros traídos de Israel se financio la construcción de este.

¿Por qué te tiene que interesar esta parábola si fue dicha a los judíos de su tiempo?

Luego el Rey que había preparado todo para la fiesta, y como el pueblo de Israel lo había menospreciado, EL Rey tomo la decisión de extender la invitación a otra gente y es allí donde entramos usted y yo.

EL REY EXTIENDE SU INVITACION A OTRA GENTE

Luego dijo a sus siervos: “El banquete de bodas está preparado, pero los que invité no merecían venir. vayan al cruce de los caminos e inviten al banquete a todos los que encuentren”. 10 Así que los siervos salieron a los caminos y reunieron a todos los que pudieron encontrar, buenos y malos, y se llenó de invitados el salón de bodas.

Buenos y malos: Esta es la maravillosa noticia que te importa tanto a ti como a mí. Cuando lei esto me emociono mucho ser parte de los invitados. Buenos y malos: La condición de una persona no importa, tampoco el comportamiento.  Lo único que importa es que aceptes SU invitación vayan al cruce de los caminos e inviten al banquete a todos los que encuentren”. 10 Así que los siervos salieron a los caminos y reunieron a todos los que pudieron encontrar, buenos y malos, y se llenó de invitados el salón de bodas.

Como el pueblo que eligió Dios menospreció Su invitación, ahora Dios la ha extendido a todas las personas y no solo los judíos.

Si eres una buena persona esta invitación es para ti, pero si eres una mala persona esta invitación también es para ti. Lo único que tienes que hacer es ACEPTARLA E IR.

ACEPTAR LA INVITACION: Es un acto de reconocimiento a Su Autoridad, Su Majestad, Su Reino, de quien es su heredero y el honor de ser invitado. Es un honor ser invitado por Dios a ser parte de Su reino y a EL le place compartir Su Reino con nosotros. Y la manera de hacerlo fue a través de Su Hijo quien dio Su vida por nosotros para hacer posible participar de su Reino.

Por eso, en cierto sentido esta es una parábola de gracia, por que aquellos buenos y malos como usted y yo sin merecerlo fuimos incluidos a ser parte de la celebración del rey y de su reino.

Entendiendo esta verdad, a esto se refirió el apóstol Juan: A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:11-12)

Reconocer al Rey, su poder y dominio y vivir la vida abundante que EL promete a todos los que le sirven. Cuando dice que, “y se llenó de invitados el salón de bodas”, tiene el sentido de alegría, abundancia, plenitud

Mi pregunta para ti  hoy: Has reconocido en tu corazón que Reconoces ¿Has aceptado la invitación que Dios te ha hecho para ser parte de su Reino?  Que tiene un Hijo ¿

El tiempo de invitación sigue abierto: la buena noticia es que la invitación de Dios sigue abierta no importa si eres una persona buena o mala.

Menospreciar su invitación tiene serias consecuencias eternas no sólo en esta vida sino en la siguiente.

Te invito a que ahora mismo consideres aceptarla o medites en esto esta noche al terminar.

LAS BODAS DEL CORDERO:

Ciertamente esta escrito que una  gran celebración sera semejante cuando se manifieste el reino de Dios, en el libro de Apocalipsis dice que habrá una gran celebración llamada las bodas del Cordero y será el matrimonio de Jesús con su Iglesia.

Hoy la invitación de Dios sigue abierta…sin importar lo que hayas hecho en tu vida. No te la pierdas por nada en este mundo…¿Como menospreciar la invitación del Creador?

Si ya aceptaste Su invitación, vive con gratitud, anda vestido acorde a tu posición como hijo del Rey.

Esta parábola termina con un detalle espeluznante que puede ser ofensivo a muchos:

ELHOMBRE QUE ASISTIO SIN VESTIR TRAJE DE BODA

11» Cuando el rey entró a ver a los invitados, notó que allí había un hombre que no estaba vestido con el traje de boda. 12 “Amigo, ¿cómo entraste aquí sin el traje de boda?”, le dijo. El hombre se quedó callado. 13 Entonces el rey dijo a los sirvientes: “Átenlo de pies y manos, y échenlo afuera, a la oscuridad, donde habrá llanto y rechinar de dientes”. 

¿Qué quiso ensenar Jesús aquí?

Evidentemente alguien que no estaba identificado con el rey. Y lo demostraba por la manera como vino vestido.

Puede representar tambien  a alguien que se viste de alguna religión.

Pero en definitiva, el hombre no estaba identificado con el Rey y mucho menos con su Hijo. Le gustaba el ambiente, la gente, las riquezas del Rey, pero mas nada.

Cuando el Rey le pregunto no tuvo palabras para excusarse

12 “Amigo, ¿cómo entraste aquí sin el traje de boda?”, le dijo. El hombre se quedó callado. 13 Entonces el rey dijo a los sirvientes: “Átenlo de pies y manos, y échenlo afuera, a la oscuridad, donde habrá llanto y rechinar de dientes”. 

No basta con aceptar la invitación, esta gracia se demuestra identificándonos con aquel que la hizo.  tenemos que demostrarlo honrando con nuestras vidas mismas al Rey,

Jesús concluye diciendo:

 14 porque muchos son los invitados, pero pocos los escogidos».

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