CÓMO IDENTIFICAR Y ELIMINAR LOS ÍDOLOS DE NUESTRAS VIDAS

El primer y gran mandamiento es amar a nuestro Creador: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu mente y con toda tu alma».

Amar a Dios significa dedicarle con determinación la mayor cantidad de tiempo, energía, pensamiento y todo nuestro ser. Sin embargo, en ocasiones reemplazamos ese amor hacia Dios por otras cosas o personas, creando lo que se define como ídolos: elementos que ocupan el lugar de Dios en nuestra vida y a los cuales terminamos adorando.

¿Qué es un ídolo? Es cualquier cosa que desplace a Dios de nuestro corazón y absorba nuestra atención e imaginación más que Él. Puede ser una carrera, el dinero, posesiones, el teléfono, las redes sociales, una persona, el trabajo o incluso algo aparentemente piadoso como una iglesia o un líder espiritual. Todo aquello que se convierte en la prioridad principal en nuestra vida por encima de Dios se convierte en un ídolo.

¿COMO IDENTIFICAR UN ÍDOLO EN NUESTRAS VIDAS?

He aquí varias preguntas que nos pueden ayudar:

1)  Que es lo que ha captado tu atención?  y empiezas a dedicarle la mayor cantidad de tiempo, llega incluso a atrapar tus sueños, tus esperanzas.

2) ¿Tus conversaciones qué reflejan? Jesús enseño que “de la abundancia del corazón habla la boca” (Mt 12:34). Obviamente, si la persona de Dios no está presente en nuestras conversaciones es porque no es importante para nosotros. Cuando amamos a una persona siempre estaremos hablando de ella. Nuestras conversaciones son un buen indicador de cuanto amamos a Dios y cuál es ese ídolo que está acaparando nuestro amor.

3) ¿Cuáles son tus hábitos? Ellos expresan y cultivan tus deseos. ¿Qué es lo que te gusta mirar o escuchar? Piensa en tus hábitos y en lo que ellos dicen en realidad sobre tu corazón.

4) ¿Qué es lo que estás persiguiendo en la vida y por qué lo haces? ¿Por qué crees que eso te hará feliz?

5) Estas convencido que sin eso no puedes vivir, es decir, que si esa persona, o esa cosa o es quitada de tu vida harías lo que sea necesario para retenerlo.

Tenemos el ejemplo del encuentro de Jesús con un joven rico quien le pregunto cómo hacia para heredar la vida eterna. Ese hombre cumplía con todos los mandamientos en relación con el prójimo, entonces ¿que más me falta le pregunto a Jesús?  Jesús le dijo que vendiera todo lo que tenía y se lo diera a los pobres y que lo siguiera, pero este hombre se fue muy triste porque tenía muchas posesiones. (Mateo 19:17-23)

En su encuentro con Jesús le hizo ver que en realidad a quien amaba era su riqueza material y lo demostró porque no estuvo dispuesto a desprenderse de sus bienes.

Tenemos en cambio en las Escrituras el ejemplo de Abraham, quien demostró que amaba a Dios sobre todas las cosas. Abraham recibió su primer y único hijo Isaac a la edad de 100 años.  Isaac tenía todas las características para convertirse en el centro de todo el amor por parte de él y su esposa, de ser el dedicarle tiempo y de poner en las todas sus esperanzas y tenía el potencial de desplazar a Dios en el primer amor. Pero cuando Dios le probo pidiéndole que le entregara a su hijo en sacrificio, Abraham no dudo en hacerlo y demostró que, para él, el primer amor en su vida era Dios.  Que extraordinario ejemplo.

¿COMO DESHACERNOS DE LOS ÍDOLOS EN NUESTRA VIDA?

Éxodo 20: 3 “No tendrás dioses ajenos delante de mí”.

1)  Primero que nada, hay que reconocer sinceramente que Dios es el primer objeto de amor de nuestras vidas y no otra persona o cosa. Es el primer paso. Él es nuestro Creador, él nos creó a su imagen, nos ha dado todo para vivir e incluso nos dio a su único Hijo. El merece ser el principal objeto de nuestro amor. Sería la mayor tragedia de tu vida si Dios es quitado de tu vida.

2)  Para deshacernos de esos ídolos tenemos que invertir tiempo con Dios de manera intencional y es a través de las expresiones de gratitud, alabanzas a Su persona y la meditación en Su Palabra.

3)  Únete a personas que incluyen a Dios en sus conversaciones y en todo lo que hacen. Para deshacernos de esos ídolos tenemos que aprovechar todas las reuniones posibles que tenga una comunidad de adoradores de Dios.

4)  Sigue el ejemplo de personas que demostraron amar a Dios por encima de todo.

5) El apóstol Juan hace esta gran recomendación al final de su primera carta: “Hijitos míos, guardaos de los ídolos” (1 Juan 5:21) ¿Que otras medidas crees que debes tomar para eliminar los ídolos de tu vida?

En conclusión, identificar y eliminar los ídolos de nuestras vidas es esencial para mantener una relación plena y significativa con nuestro Creador. Amar a Dios por encima de todo nos permite vivir con plenitud y propósito, sabiendo que Él es el centro de nuestras vidas. Recordemos siempre el mandamiento fundamental: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu mente y con toda tu alma».