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Verdugo o Juez justo?

Octubre 2018, huye de Venezuela hacia Colombia una juez militar venezolana pidiendo protección al gobierno colombiano y solicitando perdón por escrito a sus víctimas por haber ordenado su detención arbitraria y luego sentenciarlas por el solo hecho de oponerse y protestar contra el gobierno venezolano en el año 2017. En su confesión de culpa ha reconocido la inocencia  de sus procesados reconociendo la injusticia que se imparte desde los tribunales de su país para detener a los que se oponen al gobierno.

El Tribunal de justicia de un país juega un rol fundamental para que se  imparta la justicia. En  la Biblia encontramos principios judiciales tan sólidos que todo tribunal de justicia sobre la tierra sería más justo si estos principios fueran plenamente implementados. En ella, Dios revela el atributo básico de la justicia a través del gobierno.

Los jueces son designados para representar a Dios impartiendo justicia y deberían tener conciencia de esto.

En el quinto libro la Ley de Moisés,  Dios exhorta a los jueces a que sean imparciales al impartir justicia, veamos lo que dice:

Y en aquella ocasión mande a vuestros jueces diciendo: oigan los pleitos entre vuestros hermanos, y juzgad justamente entre un hombre y su hermano o el forastero que esta con él. No mostraras parcialidad en el juicio; lo mismo oiréis al pequeño que al grande. No tendrás temor del hombre,  porque  el juicio es de Dios. Y el caso que sea muy difícil para ustedes, me lo traerán a mí, y yo lo oiré. (Cap 1:16,17)

 Si examinamos estos requisitos para los jueces podemos encontrar lo siguiente:

  • Los jueces deben juzgar imparcialmente: Tienen que extender la misma calidad de justicia a todas las personas sin distinción de nacionalidad, color, sexo, creo o inclinación política. Escuchar a ambas partes con el ánimo de entender su demanda o defensa.
  • Los tribunales no deben distinguir entre pequeños y grandes: La justicia no debe inclinarse del lado de los poderosos e influyentes o ricos. Todas las personas tienen derecho a ser oídas.
  • Recordar que la justicia es de Dios: Como jueces no debían tener temor a otras personas, otros poderes o influencias. Debían recordar que, como agentes gubernamentales de la justicia, ante todo eran responsables ante Dios. Él sabía que la raza humana estaba propensa a la corrupción e injusticia social. Dios les estaba retando a superar todo esto en su sistema de gobierno.
  • Debían contar con un proceso de apelación: Para los casos demasiado difíciles de resolver, o cuando las pruebas y evidencias no fueran concluyentes, el sistema permitiría otra instancia: en este caso delante de Moisés. En el caso venezolano contamos con el Tribunal Supremo de justicia.
  • Recordar que Dios es el Juez Supremo: No hay nada oculto ante sus ojos y él sabe retribuir la justa obra de nuestras manos y castigar al transgresor con la justicia divina.

Por eso recuerde que, si usted es abogado, juez, funcionario policial, militar, asistente social o sirve al gobierno de su país de alguna manera, usted tiene un alto llamado de Dios. Los pilares del gobierno de Dios son el derecho y la justicia. Por eso, usted está desafiado por el soberano Dios para extender Su justicia a la gente a quien sirve. No se preste para ser el «verdugo» del régimen que gobierna la nación. Mantenga una conciencia limpian delante de Aquel que todo lo ve.

Sea donde trabaje: usted debe ser justo en el trato con todas las personas, debe esforzarse para que todas las instituciones, los sistemas y las leyes sean justas. ¿Qué aspecto ofrecería su país si cada funcionario público hiciera suya esta pasión y la persiguiera con un sentido de llamamiento vocacional?

“Cuando los justos aumentan, el pueblo se alegra; pero cuando el impío gobierna, el pueblo gime.” Proverbios 29:2

Y permítame recordarle otra vez: Dios es el Juez justo y algún día los que tienen autoridad e  imparten justicia le rendirán cuenta. Sea un juez que imparta la justicia no un verdugo. Usted recibirá conforme a lo que haya hecho.

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