Vive con intencionalidad (III)- “Firmes acciones de fe”

Vive con intencionalidad (III)- “Firmes acciones de fe”

La intencionalidad es la firme determinación de hacer las cosas para obtener algo, lo cual es diferente a “las buenas intenciones” que lamentablemente no son suficientes porque carecen de la acción.

A la intencionalidad la he llamado también “firmes acciones de fe”. Son acciones tomadas por una persona o grupo de ellas basadas en la seguridad que tienen en lo que Dios ya ha dicho, bien sea una profecía, una promesa o una Palabra dada directamente.

Tomemos el ejemplo del profeta Jeremías quien tomó la Palabra de Dios e hizo una firme acción de fe. En el capítulo 32 de Jeremías, dice que  el profeta andaba comprando bienes inmuebles mientras  se encontraba en la prisión, mientras Jerusalén estaba sitiada por Nabucodonosor, y a punto de ser invadida y  destruida totalmente. ¿Qué le hizo hacer esto?

El Señor le había dicho que su primo Hanameel vendría a él a la cárcel para ofrecerle la oportunidad de comprar una tierra de su propiedad. Veamos lo que dicen los versículos 6 al 9 de Jeremías 32:

«En ese tiempo el Señor me envió un mensaje. Me dijo: «Tu primo Hanameel, hijo de Salum, vendrá y te dirá: “Compra mi terreno en Anatot. Por ley tienes derecho a comprarlo antes de que lo ofrezca a algún otro”». Entonces, así como el Señor dijo que haría, mi primo Hanameel vino y me visitó en la cárcel. Me dijo: «Por favor, compra mi terreno en Anatot en la tierra de Benjamín. Por ley tienes el derecho de comprarlo antes de que lo ofrezca a algún otro, así que cómpralo para ti». Entonces supe que el mensaje que había oído era del Señor. Así que compré el terreno en Anatot pagándole a Hanameel diecisiete piezas de plata. Firmé y sellé la escritura de compra delante de testigos, pesé la plata y le pagué.»

¿Por qué en la hora más oscura de la historia de Judá, Jeremías compró un campo? En realidad, ese era más bien el momento de vender bienes inmuebles. Nos imaginamos que todos los que poseían propiedades o bienes inmuebles en Jerusalén y las zonas vecinas estaban tratando de deshacerse de todas las propiedades que pudieran. ¿Por qué Jeremías compró un campo en aquel momento? Fue para mostrar al pueblo que el creyó en Dios cuando Él dijo que ellos iban a regresar a la tierra y todo volvería a ser normal como antes. Esta fue una acción notable.

A cada “firme acción de fe” que tomemos, Dios mismo ira dando confirmación por medio de Su Palabra, Espíritu Santo, personas  y circunstancias. Esto lo  podemos ver en la Palabra dada a Jeremías después que compro el terreno.

Me gozaré en hacerles bien, y con fidelidad y de todo corazón los volveré a plantar en esta tierra. »Esto dice el Señor: así como traje todas estas calamidades sobre ellos, así haré todo el bien que les he prometido. Se volverán a comprar y a vender terrenos en esta tierra de la que ahora ustedes dicen: “Ha sido arrasada por los babilonios, es una tierra desolada de donde la gente y los animales han desaparecido”.  Es cierto, otra vez se comprarán y venderán terrenos —con escrituras firmadas y selladas frente a testigos— en la tierra de Benjamín y aquí en Jerusalén, en las ciudades de Judá y en la zona montañosa, en las colinas de Judá[e] y también en el Neguev. Pues algún día les devolveré la prosperidad. ¡Yo, el Señor, he hablado!» (vs.42-44)

Aunque Dios estaba entregando la ciudad a los caldeos, El liberaría a la ciudad de los caldeos. El prometió que iban a regresar a su tierra en un día futuro, El los liberaría con gracia y compasión. Esa fue Su promesa y Jeremías la creyó y tomo la firme acción de fe. Esto se llama vivir con intencionalidad. Creerle a Dios y actuar. Contra toda la lógica de este mundo, actuar conforme a lo que Dios le ha dicho.

Algunas acciones de fe para usted pudieran ser algunas de estas:

– Tener que mudarse a un lugar que usted nunca imagino vivir pero que las circunstancias providenciales han sido tan evidentemente claras y determinantes que usted sabe con seguridad que es la voluntad de Dios.

– Dejar un trabajo bien lucrativo para enfrentarse con fe a la incertumbre de un mercado laboral incierto y desconocido para usted mientras cumple con las asignaciones de Dios.

– Dejar un ministerio bien consolidado mientras espera pacientemente en Dios por la nueva asignación.  

– Vender o comprar una propiedad en tiempos de incertidumbre económica pero usted sabe con certeza que ese negocio será de beneficio para usted.

Viva con intencionalidad!.

Tome acciones firmes de fe!