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Vive un dia a la vez (parte III)

“Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas”.

Mateo 6:34 NVI

Hoy es un nuevo día: Nuevas fuerzas, nuevas oportunidades, nuevas misericordias de Dios. Todo es fresco ahora mismo. Hoy es todo lo que tienes. En este pasaje del evangelio de Mateo, se recogen las palabras dichas por Jesús cuando hablo sobre el afán y las preocupaciones acerca del futuro. Jesucristo vivía un día a la vez, escogiendo hacer las actividades más valiosas cada día.

¿Que modelo nos dejó Jesús para vivir “un día a la vez”?, ¿cuál era su rutina diaria? Veamos:

En primer lugar, por si no te habías percatado de ello, cada día comienza en la noche, así que Jesús comenzaba el día descansando para recuperar fuerzas. Las preocupaciones del día anterior quedaban atrás. Como dormía sin preocupaciones del mañana, dormía “como un bebé”. El seguía al pie de la letra la oración del salmista: “En paz me acostare y así mismo dormiré”. Hay muchos que duermen, pero no descansan y en su mente se mantienen dando vueltas las preocupaciones del mañana y se levantan cansados. En cambio, cuando Jesús dormía, descansaba. En una ocasión mientras descansaba en un bote cuando  atravesaban el mar de Galilea, se les  presentó una tormenta, y se estaba hundiendo la barca donde iban, pero ni aun los gritos de desesperación de sus discípulos. ni el fuerte viento lo despertaban. Nada le perturbaba su descanso. El estaba confiado en el cuidado de su Padre. Cuando llegaba la hora de descansar, Jesus descansaba. Asi empezaba con frescura y lleno de energia el dia.

Luego se levantaba temprano,  «siendo aun oscuro» para tener su reunión con Su Padre y le daba lo mejor y más fresco del día al Padre. Esta era su primera y más importante actividad del día. Para Él no tenía sentido dejar su cita para la tarde. La fuerza espiritual, la frescura de su presencia se busca antes de iniciar las actividades del dia, y eso hacia Jesus.

Por supuesto que Jesús desayunaba. Aun después de la resurrección y con un cuerpo glorificado, Jesús se reencontró con sus discípulos mientras asaba un pescado temprano en la mañana  a la orilla del mar.

Y el resto del día se dedicaba a su negocio: ¡Salvar almas, a dedicarse a la gente!  ¡Hacer buenas obras!

En el evangelio de Lucas se lee: «Después de esto, Jesús estuvo recorriendo los pueblos y las aldeas, proclamando las buenas nuevas del reino de Dios. Lo acompañaban los doce» (Lucas 8:1). Otro evangelista añade que también enseñaba y sanaba toda enfermedad y dolencia en el pueblo.

Y cuando llegaba la tarde, nuevamente se retiraba a tener comunión con  Su Padre. Porque para Jesús, su comunión con Su Padre era lo más importante. Pienso que además de disfrutar de su comunión con El, también usaba este tiempo para hacerle un recuento de lo acontecido en el día y para hacer los preparativos para el día siguiente. Porque vivir un día a la vez no significa que se deje de planificar para mañana. Lo importante es buscar la voluntad de Dios y decir “Si Dios quiere mañana haremos esto”.

Así que, de manera sencilla, podemos resumir un día normal de Jesús de la siguiente manera: Descanso, comunión con su Padre, ocupado en hacer buenas obras, comunión con su Padre, descanso. Asi vivia Jesus un dia a la vez

Vivía cada día de manera intencional y haciendo lo mas valioso de cada día.

¿Encuentras otra rutina interesante en el día a día del Señor? ¿Qué podemos imitar de su vida diaria? ¿Cuánto te acercas a este modelo de vida?

Bendiciones,

Pr. Daniel Sánchez

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